JUFRÉ, de Diego Wisniacki.
Sobre el libroPor Carola Besasso
A Diego, el encierro le trajo un regalo, aunque no empezó bien la cosa. El descalabro que significó esta pandemia para el mundo entero, por supuesto que se sintió, y fuerte, en casa. Empezamos desde nuestra trinchera familiar a ver qué corno hacíamos con esta locura inédita que se nos presentaba. Y así pasaron los días, las semanas y los meses en ese nuevo paisaje de pegoteo constante y sin bordes, que en un principio nos pareció enloquecer. Las primeras semanas fueron de mera supervivencia, como si fuera la guerra, y eso nos entretuvo atareados en el día a día. Pero al mes empezaron los efluvios de la intolerancia y ese fue el peor momento. Las tormentas nos atravesaron en todas sus formas: hastío, miedo, irritación, saturación, tristeza. El tiempo siguió y fuimos despacito buscando una forma posible en esta nueva configuración de vida.
Diego empezó a documentarlo todo y siguió y siguió...
No paró nunca. Creo que esa fue su forma de salvarse. También encontró su lugar en la casa, un escritorio búnker desde donde trabajó y se lanzó por primera vez a una complicidad con él mismo. Fue hermoso ver cómo agarró el hilo del ovillo que lo llevaría cada vez más a quien es él. Había un sueño ahí, aún dentro del encierro. Este documento del recorrido de una familia en pandemia no habla sólo de nosotros, hay un puente para quien lo vea, porque su honestidad bruta no filtra nada y nos desnuda para que entre quien quiera, sin velos que lo impidan. Diego es un ser que ama fuerte, pero no lo muestra en las formas comunes y estas fotos son el recoveco que él encontró para darnos su infinito cariño en forma de libro. Nos queda para siempre registrado por el tesoro de su mirada este relato del increíble viaje que nos echamos juntos los cuatro, en el inolvidable 2020.
Sobre el autor
Diego Wisniaki se desempeña como Investigador principal del Conicet y Profesor asociado de la UBA.
Si bien no es fotógrafo de profesión, su vínculo con la fotografía lo acompaña en forma íntima desde hace 30 años. Se inició con el curso Imagen fotográfica dictado por Alberto Goldenstein en 1994. Ese mismo año terminó su licenciatura en Física y emprendió un viaje en el que se gestó la muestra individual ‘En Transito’, que realizó en la Fotogalería del Centro Cultural Ricardo Rojas en Julio de 1997. Nunca dejó de sacar fotos, pero reestableció una conexión más cercana con ellas, en los últimos tres años en los que asistió a los talleres de Valeria Bellusci y de Alberto Goldenstein.
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